Se activan todas las alarmas. Se han incrementado las noticias sobre asaltos violentos en los hogares, ya que suceden a diario, y esto ha hecho que el número de viviendas donde se han instalado dispositivos de seguridad en todo el último año se haya incrementado considerablemente. Nada más salir a la calle podemos percibir equipos o cámaras de vídeo en las fachadas, o carteles que anuncian zonas de videovigilancia.
Precisamente, es en esta zona donde la alarma se ha extendido más, la preocupación es mayor, aunque los mayores hechos se suceden en Barcelona y área metropolitana. El número de conexiones activas en Barcelona y su área se ha incrementado.
No todo el mundo parece estar a favor de los sistemas por los que se envía la señal de vídeo a la central receptora de alarmas. Los sistemas de video verificación no se encuentran tan extendidos como los demás.
Lo más curioso de todo es que la creciente demanda de mecanismos de seguridad choca con el hecho de que hay menos recursos económicos, y las personas y empresas quieren más seguridad a más bajos recursos. Para conseguir un contrato hay que adaptarse a las necesidades particulares de cada cliente abaratando las instalaciones cubriendo los mínimos de seguridad posibles.
Muchas personas prefieren no recurrir a las alarmas que están conectadas a la central de alarmas porque esto les supone un gasto fijo, modificando las instalaciones para que les llegue a su móvil o email. Cada vez son más los que lo hacen. Los dueños de la vivienda quieren tener información al momento de cualquier intrusión, sobre todo si no están en casa, siendo ellos los que llamen a los servicios de emergencia o policía, y no un operador de la central de alarmas de seguridad. También tendrán que gestionar las alarmas infundadas, ciertas y las incidencias. La legislación dice que las alarmas deben encontrarse conectadas a la central.